¡Así continua el concepto de Cronember!
Una continuación mediocre… Basada en los personajes originales
La sola idea de que un grupo de seres
humanos superiores, capaces de utilizar la mente como armas, para infiltrarse
en computadoras y controlarlas o simplemente para manipular y lastimar a las
personas comunes (prácticamente inferiores) resulta un concepto aterrador. Algo
que Scanners, película de David Cronember había logrado
perfectamente en su filme del mismo nombre en 1981.
Aunque fue una película de culto, no
impidió que se hicieran un par de secuelas durante los 90. Llevadas a cabo por
la productora Malo Films, de un tal Rene Malo y que tienen la función de
continuar la historia iniciada por el señor Cronember. La primera se le conoció como: Scanners II: The New Order (sí, ya sé que tienen nombre de
blog/teoría de conspiraciñón) y Scanners
III: The Take Over.
Hay que reconocerle a las dos que
respetan las bases sentadas por la primera película. Como por ejemplo, el hecho
de que los Scanners tengan
dificultades usando sus poderes por el hecho de que implica tener acceso a
todas las voces de las personas que se encuentren al alcance de su mente. Tal
circunstancia los vuelve inestables y puede incluso hacerles perder la cordura,
de ahí que requieran el uso de fármacos o medicamentos para disminuir esos ecos
y mantenerse enfocados para usar sus habilidades. También se mantuvo la
capacidad de reventar cabezas, sólo
que ahora es un recurso que se muestra más de una vez (3 en cada película, si
mal no recuerdo). Por último, el hecho de que, cuando se enfoca a los rostros
de los scanners cuando usan sus
poderes, éstos mantienen un rostro calmado y sin emociones.
En The New Order existe una trama centrada en una corporación que
pretende usar a éstos hombres y mujeres súper dotados con fines políticos. De
hecho, trabajan en una versión modificada de la droga Ephimerol, que, aunque controla las habilidades de los scanners, tiene propiedades completamente
adictivas y los hace menos poderosos. De ahí que resulte de vital importancia
la aparición de tres de ellos: Drak,
Alex y Julie. El primero actúa como
villano y tiene la cualidad de ser extremadamente poderoso y cruel, es un
indigente y se siente superior a los demás por sus poderes extremadamente
desarrollados. El segundo es un muchacho que estudia medicina veterinaria y
siempre tuvo miedo e inseguridad de usar sus habilidades superiores. Es
considerado uno de los scanners más
poderosos y eficientes debido a que es uno de los hijos de Cameron Bale (protagonista de la película anterior) y Kim (otra scanner que estelarizó el filme de 1981). La tercera es hermana de Alex, por lo tanto también es una scanner de elevada categoría, incluso
domina la técnica de posesión/transmisión de conciencia que usó su padre al
final de la primera Scanners, quien
se la enseña a Julie para protegerse
de quienes la persiguen.
La trama se centra en la compañía,
que trata de llevar a cabo sus planes, recolectando a las valiosas fichas para
su cometido: Alex y Drak. Usando al
primero como herramienta para manipular a los líderes actuales de la ciudad y
que les permitan colocar a los hombres de su corporación en puestos clave.
Mientras que el segundo se haría cargo de las operaciones sucias, es decir,
eliminar a aquellos que contravenían a los intereses de la entidad comercial. Alex, va descubriendo la verdad de la
organización y trata de escapar descubriendo su pasado y quiénes eran sus
padres, conociendo incluso que esa compañía los persiguió y asesinó al no
querer alinearse con ellos. Su último descubrimiento va relacionado con su
hermana Julie con quien se encuentra
y deciden poner fin a los asesinos de su familia.
The Take Over
es un tanto más complicada y rebasa por mucho el concepto original. Se puede
decir que se trata de una secuela innecesaria pero que se produce con el afán
de “estirar la liga” a su máxima capacidad. Alex y Julie son los
protagonistas de nuevo, pero en ésta ocasión se enfrentan ya que la segunda
queda bajo los influjos de un nuevo tratamiento (un parche con un microchip)
que inhibe las voces que los scanners
escuchan cuando van a utilizar sus poderes mentales. Eso la libera, pero al
parecer la vuelve más fría y manipuladora, capaz de matar y sacar ventaja de
sus cualidades. Su hermano desaparece porque comete un asesinato imprudencial
en una fiesta y se dirige a un templo budista en Tailandia para entrenar su
mente y aprender a controlar mejor sus capacidades.
El duelo entre hermanos es para
evitar la dominación mundial, pero ésta vez por una scanner sedienta de sangre y que ve a los humanos normales como
esclavos (cualquier parecido con personajes como Magneto o Apocalypse es
pura coincidencia… ¿o no?). Aquí las cabezas reventadas, la sangre, las
vísceras y creativas maneras de mostrar en pantalla las capacidades de los scanners se volvieron más gráficas y
sobrepasaron por mucho los modos que los cineastas tenían para mostrar eso en
los 80.
Hay que decir que aunque de las tres,
la primera es la mejor de todas es importante destacar que cada filme es una
historia independiente con una estructura muy bien desarrollada. Cada una tiene
un inicio, un desarrollo que va logrando con cada evento que produce el
movimiento de la trama y un final que es consecuencia de los hechos y eventos.
Destaca también que sólo la primera es la que no tiene una subtrama romántica,
ya que la segunda y tercera parte cuentan cada una con su propia historia de
romance paralelo que, aunque no hace ruido con la idea principal del argumento
tampoco se vuelve fundamental… Bueno, sólo en la segunda, se da a entender que
de algún lado tuvieron que salir los hermanos Alex y Julie. Si van a quedarse con una de éstas dos, yo,
personalmente recomiendo la segunda porque es la más apegada a la idea original
y aunque no es tan buena como la de 1981, puedo decir que te hace pasar un buen
rato.