miércoles, 26 de octubre de 2016

¡DULCE O TRATO!... Ya más cerca de Halloween

Un VIAJE AL PASADO… ¡Cuando se hacía TERROR DE CALIDAD!


Aunque no está basada en hechos reales, ¡VAYA QUE TIENE LO SUYO!

A diferencia de la película anterior, Trick or Treat (1986) es un ejemplo de cómo hacer TERROR DE CALIDAD y que utiliza los elementos adecuados para construir una atmósfera y, lo más importante, NO SE BASA EN HECHOS REALES, como en la anterior para asustar.

La película también tiene una buena selección de ingredientes que ayudan a aderezar y darle sabor, consistencia y presentación a éste guiso cinematográfico. Trick Or Treat basa su fuerza en el estereotipo de los metal heads y su música, el heavy metal, ese tipo de rock pesado cuyos integrantes siempre se encontraban ataviados en atuendos de piel, maquillajes estrafalarios e incluso, usaban elementos satánicos en sus presentaciones y cuyas letras tenían una poderosa carga sexual. Todo lo anterior nos muestra dos cosas, lo clasistas que eran los Estados Unidos en la época de los 80 y lo aplicable que resulta éste género musical para hacer películas de terror. Uno de los puntos más fuertes es la aparición de las estrellas de rock: Geene Simmons y Ozzie Osbourne (que aparecen en la foto de la izquierda), aunque no cuentan con papeles protagónicos.

Esta historia cuenta la historia de un muchacho que idolatraba a una estrella de rock. Este joven era víctima de acoso escolar por su look metal head y su afición al rock pesado, encontrando tranquilidad y refugio en la música de su héroe, a quien le escribe cartas. Hasta que un día, escucha en las noticias que su ídolo fallece en un incendio, sintiéndose defraudado… Hasta que su amigo DJ en una estación de radio local le regala el último disco de la estrella. Descubriendo el oscuro secreto dentro del material…

Esta trama ofrece giros, cambios impresionantes y, sobre todo, algunos excelentes efectos visuales que incluso hoy pueden darte gratificantes sorpresas. Si bien, la anterior película (Ouija) fue un ejercicio de CÓMO NO CONTAR UNA HISTORIA, aquí es todo lo contrario. Ya que ofrece una clara estructura de libro de texto, es decir: inicio, nudo, clímax y desenlace. Estos se ven claramente marcados y te permiten ubicarte.

¡Bienvenidos a los 80!

Tal como dije al comienzo, sus fuertes se encuentran en el uso adecuado de los elementos que conforman la trama. En este caso, basarse en el puro estereotipo de los roqueros y su parafernalia muestra ser adecuado. Además incluir a dos grandes estrellas del género y que se caracterizaron por esa vestimenta, ademanes y actitudes muy particulares en el escenario. De hecho, el señor Osbourne aparece como un pastor, hablando de “lo peligrosos que son los roqueros y sus mensajes obscenos y lascivos en su indumentaria y las letras de sus canciones”, sin el maquillaje… Simplemente no se lo pueden perder.

Incluso los efectos relacionados con el “disco maldito” se encuentran muy bien logrados y son convincentes. Además, hay que agregar una cosa muy importante, que la película no hace uso de los jump scares, algo muy común en las películas de horror de los 80.

Pero por sobre todo, el hecho de usar una historia completamente ficticia, que sólo toma elementos de la realidad para construir su trama. En esencia, lo que hace el cine y el guionismo. Algo que a veces se les olvida a los directores y escritores de películas del nuevo milenio, quienes ya cuentan con todos los elementos y la tecnología para hacer mundos y personajes impresionantes.

Una recomendación obligada para quienes no vivieron esa época de horror ochentero. No se la pierdan y más ahora, en ésta época de HALLOWEEN, vayan, búsquenla… Bueno, yo les ahorraré el trabajo, aquí al final del post les pondré la película completa en YouTube para que puedan disfrutarla, sólo pido que pongan su comentario al final y me digan su opinión.


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