Un VIAJE AL PASADO… ¡Cuando se hacía TERROR DE CALIDAD!
Aunque no está basada en hechos reales, ¡VAYA QUE TIENE LO SUYO!
A
diferencia de la película anterior, Trick
or Treat (1986) es un ejemplo de cómo hacer TERROR DE CALIDAD y que utiliza los elementos adecuados para
construir una atmósfera y, lo más importante, NO SE BASA EN HECHOS REALES, como en la anterior para asustar.
La
película también tiene una buena selección de ingredientes que ayudan a
aderezar y darle sabor, consistencia y presentación a éste guiso
cinematográfico. Trick Or Treat basa
su fuerza en el estereotipo de los metal
heads y su música, el heavy metal,
ese tipo de rock pesado cuyos integrantes siempre se encontraban ataviados en
atuendos de piel, maquillajes estrafalarios e incluso, usaban elementos satánicos
en sus presentaciones y cuyas letras tenían una poderosa carga sexual. Todo lo
anterior nos muestra dos cosas, lo clasistas que eran los Estados Unidos en la
época de los 80 y lo aplicable que resulta éste género musical para hacer
películas de terror. Uno de los puntos más fuertes es la aparición de las
estrellas de rock: Geene Simmons y Ozzie
Osbourne (que aparecen en la foto de la izquierda), aunque no cuentan con
papeles protagónicos.
Esta
historia cuenta la historia de un muchacho que idolatraba a una estrella de
rock. Este joven era víctima de acoso escolar por su look metal head y su afición al rock pesado, encontrando tranquilidad y
refugio en la música de su héroe, a quien le escribe cartas. Hasta que un día,
escucha en las noticias que su ídolo fallece en un incendio, sintiéndose
defraudado… Hasta que su amigo DJ en una estación de radio local le regala el
último disco de la estrella. Descubriendo el oscuro secreto dentro del material…
Esta trama
ofrece giros, cambios impresionantes y, sobre todo, algunos excelentes efectos
visuales que incluso hoy pueden darte gratificantes sorpresas. Si bien, la
anterior película (Ouija) fue un
ejercicio de CÓMO NO CONTAR UNA HISTORIA,
aquí es todo lo contrario. Ya que ofrece una clara estructura de libro de
texto, es decir: inicio, nudo, clímax y
desenlace. Estos se ven claramente marcados y te permiten ubicarte.
¡Bienvenidos a los 80!
Tal como dije al comienzo, sus
fuertes se encuentran en el uso adecuado de los elementos que conforman la
trama. En este caso, basarse en el puro estereotipo de los roqueros y su
parafernalia muestra ser adecuado. Además incluir a dos grandes estrellas del
género y que se caracterizaron por esa vestimenta, ademanes y actitudes muy
particulares en el escenario. De hecho, el señor Osbourne aparece como un pastor, hablando de “lo peligrosos que son
los roqueros y sus mensajes obscenos y lascivos en su indumentaria y las letras
de sus canciones”, sin el maquillaje… Simplemente no se lo pueden perder.
Incluso los efectos relacionados con
el “disco maldito” se encuentran muy bien logrados y son convincentes. Además,
hay que agregar una cosa muy importante, que la película no hace uso de los jump scares, algo muy común en las
películas de horror de los 80.
Pero por sobre todo, el hecho de usar
una historia completamente ficticia, que sólo toma elementos de la realidad
para construir su trama. En esencia, lo que hace el cine y el guionismo. Algo
que a veces se les olvida a los directores y escritores de películas del nuevo
milenio, quienes ya cuentan con todos los elementos y la tecnología para hacer
mundos y personajes impresionantes.
Una recomendación obligada para quienes no
vivieron esa época de horror ochentero. No se la pierdan y más ahora, en ésta
época de HALLOWEEN, vayan, búsquenla…
Bueno, yo les ahorraré el trabajo, aquí al final del post les pondré la
película completa en YouTube para
que puedan disfrutarla, sólo pido que pongan su comentario al final y me digan
su opinión.
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