lunes, 31 de octubre de 2016

MARIONETAS DEL HORROR

¡Enemigos mortales!... ¡Guardianes Fieles!


Todo depende de la voluntad de su amo… 

Aquí ya hemos hablado de Chucky, sin duda el rey y uno de los muñecos asesinos más reconocidos en la historia del cine de terror. Sin embargo, no es el único, estas marionetas siempre se han mantenido en las sombras y por lo tanto, son un clásico de culto. Cuentan con 10 películas y un crossover en su haber.
Hablar de The Puppet Master (El Titiritero o Amo de las Marionetas) forzosamente nos lleva a hablar de Charles Band, una especie de “máquina para producir películas de serie b” (o schlockmeister, como le llamarían los gringos) y de su empresa Fullmoon Entertainment, quienes han brindado a la audiencia un nuevo subgénero al horror que se conoció durante los 80 y 90: el terror de fantasía. Cosa que en Puppet Master podemos ver claramente cómo se entremezclan.

También hay que destacar que, a diferencia de Chucky, el cual siempre es el malo en todas sus apariciones (claro, algunas con un tono más cómico). Las marionetas han cambiado su alineación en cada película, mostrándose como malvados asesinos o fieles guardianes y amigos. Lo que dictamina las acciones de estas criaturas es quién las controle.

Su historia es compleja, pero gira entorno del marionetista André Toulón, un verdadero maestro en el arte quien, por mera casualidad, recibe un antiguo secreto para dotar de vida a sus marionetas. Una magia poderosa que resultó ser robada de un antiguo dios maligno y que ha protegido tanto del ser mencionado, como de los nazis, quienes deseaban hacerse con esta técnica y conquistar al mundo.

Aunque la banda de las marionetas es muy extensa, cuenta con algunos rostros reconocibles, como es el caso de Blade, Pinhead, Six-Shooter, Tunneleer y Leech Woman, cada uno con una habilidad única y roles específicos. Como por ejemplo, Blade es la cabeza del equipo y dirige a sus compañeros en todo momento, Pinhead es sin duda la fuerza bruta y así sucesivamente.

A pesar de que las técnicas para ver a los títeres moverse en la pantalla es maravillosa, hay algo que atrae poderosamente la atención y se convierte en una diferencia fundamental con Chucky. Estos juguetes se mueven, pero no hablan, más bien emiten sonidos a pesar de que el amo de las marionetas puede entenderlos como si éstos estuvieran articulando palabras.

Y claro, ¿qué buena película de terror puede adjudicarse tal título sin una tonada característica? Y The Puppet Master tiene esa melodía particular, un waltz macabro y elegante que nos indica que estamos en ese universo venido de la mente de Charles Band, una aventura fantástica y terrorífica, una puerta a un mundo de maravillas y terrores, de monstruos y de héroes, de mitos y realidades… El MUNDO DE LAS MARIONETAS

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