¡Enemigos mortales!... ¡Guardianes Fieles!
Todo depende de la voluntad de su amo…
Aquí ya
hemos hablado de Chucky, sin duda el
rey y uno de los muñecos asesinos más reconocidos en la historia del cine de
terror. Sin embargo, no es el único, estas marionetas siempre se han mantenido
en las sombras y por lo tanto, son un clásico de culto. Cuentan con 10 películas y un crossover en su haber.
Hablar de The Puppet Master (El Titiritero o Amo de
las Marionetas) forzosamente nos lleva a hablar de Charles Band, una especie de “máquina para producir películas de
serie b” (o schlockmeister, como le llamarían los gringos) y de su empresa Fullmoon Entertainment, quienes han
brindado a la audiencia un nuevo subgénero al horror que se conoció durante los
80 y 90: el terror de fantasía.
Cosa que en Puppet Master podemos
ver claramente cómo se entremezclan.
También hay
que destacar que, a diferencia de Chucky,
el cual siempre es el malo en todas
sus apariciones (claro, algunas con un tono más cómico). Las marionetas han
cambiado su alineación en cada película, mostrándose como malvados asesinos o
fieles guardianes y amigos. Lo que dictamina las acciones de estas criaturas es
quién las controle.
Su historia
es compleja, pero gira entorno del marionetista André Toulón, un verdadero maestro en el arte quien, por mera
casualidad, recibe un antiguo secreto para dotar de vida a sus marionetas. Una
magia poderosa que resultó ser robada de un antiguo dios maligno y que ha
protegido tanto del ser mencionado, como de los nazis, quienes deseaban hacerse
con esta técnica y conquistar al mundo.
Aunque la
banda de las marionetas es muy extensa, cuenta con algunos rostros
reconocibles, como es el caso de Blade,
Pinhead, Six-Shooter, Tunneleer y Leech Woman, cada uno con una habilidad
única y roles específicos. Como por ejemplo, Blade es la cabeza del equipo y dirige a sus compañeros en todo
momento, Pinhead es sin duda la fuerza
bruta y así sucesivamente.
A pesar de
que las técnicas para ver a los títeres moverse en la pantalla es maravillosa,
hay algo que atrae poderosamente la atención y se convierte en una diferencia
fundamental con Chucky. Estos
juguetes se mueven, pero no hablan, más bien emiten sonidos a pesar de que el
amo de las marionetas puede entenderlos como si éstos estuvieran articulando
palabras.
Y claro,
¿qué buena película de terror puede adjudicarse tal título sin una tonada
característica? Y The Puppet Master
tiene esa melodía particular, un waltz macabro y elegante que nos indica que
estamos en ese universo venido de la mente de Charles Band, una aventura fantástica y terrorífica, una puerta a
un mundo de maravillas y terrores, de monstruos y de héroes, de mitos y
realidades… El MUNDO DE LAS MARIONETAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario