Chucky: ¡El Rey de los MUÑECOS ASESINOS!
Inspirado en ese temor que los muñecos producen en las personas…
¿Quién
no recuerda a éste pequeño asesino implacable? Un ser que llegaba a tu casa en
la forma de un inocente juguete, pero, después de un tiempo, mostraba su
verdadera cara y cambiaba para siempre tu vida (si no es que terminaba con
ella). De pequeña estatura, un overol de mezclilla, una playera de manga larga
a rayas, unos tenis y siempre portando un cuchillo de carnicero (aunque podía
cambiar el arma de acuerdo a la situación. Ese es Chucky: El Rey de los Muñecos Asesinos, quien ha tenido una carrera
en el cine conformada por 6 películas,
las cuales van desde el terror genuino, pasan por la comedia ridícula y de
nuevo vuelve a los espantos.
Pero,
¿sabes de dónde viene? La historia detrás de su creación, influencias y su
autor: Don Mancini. Comencemos con
el concepto que utilizó para crear a Chucky.
Éste cineasta fue hijo de un hombre que trabajaba como publicista para la
famosa línea de juguetes Cabbage Patch
Kids (¿recuerdan esos?) y se enfocó en un hecho importante EL MIEDO QUE ALGUNOS MUÑECOS PRODUCEN EN
LOS NIÑOS (Y EN ALGUNOS ADULTOS), además de basarse en una vieja
historia real, la leyenda de Robert El
Muñeco (tranquilos, les contaré de ésta, así que consideren la review como
una especie de 2 por 1). La amalgama de éstos elementos junto con otros, como
por ejemplo, nombres de asesinos reales para la creación de Charles Lee Ray (al menos el nombre) dio
como resultado al personaje que todos conocemos hoy y que muchos adoramos, a
pesar de los malos pasos de la franquicia.
Por
cierto, antes de que se me olvide, otro elemento que se mezcló fue un episodio
de la popular serie de televisión Twilight
Zone, que se llamaba Talking Tina,
en el cual aparecía una muñeca llamada Tina,
que funge como guardiana de una pequeña que era atormentada por su padrastro. Una historia que se va desarrollando de manera gradual y en la que no observamos indicios de que el juguete esté vivo, pero sí que nos mantiene en suspenso por los diálogos del juguete, los cuales son amenazadores y dan la sensación de que le pasará algo al señor que atormenta a la pobre pequeña.
Este
personaje es un maestro de la infiltración. Explotando el hecho de que se trata
de un muñeco, Chucky puede acercarse
a sus víctimas y posicionarse en el momento y lugar oportuno para victimar y
eliminar a sus objetivos. También le gusta crear distracciones que confunden a la
persona que ha seleccionado, manteniéndolo tenso y susceptible a bajar la
guardia en cualquier momento. A pesar de que su debilidad es el corazón, sobre
todo cuando pasa mucho tiempo en su cuerpo de plástico y, por ende se vuelve
más humano, se debe tomar en cuenta que tiene la capacidad de regresar de la
muerte las veces que sean necesarias. Además de que, si posee el amuleto
llamado El Corazón de Dambala puede
cambiar de cuerpos. Siendo un digno contrincante contra otros personajes del
horror.
Robert El Muñeco: Una leyenda real que inspiró a Don Mancini
Cuenta la
leyenda que durante el siglo XX (1900) existió una rica familia en Estados Unidos, los cuales tenían a sus
esclavos. Estas personas eran famosas por sus malos tratos hacia su
servidumbre, por lo que una pareja de sus servidores, decidió vengarse de sus
amos, por lo que prepararon un muñeco vudú el cual entregaron en la casa
principal. Los empleadores tenían un hijo llamado Robert Eugene y decidieron entregarle este juguete a su pequeño
hijo.
Desde el
momento en que el pequeño tuvo en su posesión el muñeco (al cuál le puso Robert, como él), extraños sucesos
ocurrieron en la casa. Como por ejemplo, se oían pasos, voces, risas y
carcajadas que no eran del niño, sino de alguien más. Incluso, el pequeño Robert tenía horribles pesadillas. Los
padres decidieron que para parar los eventos, pondrían al juguete en el ático
de la propiedad.
Años
después, con el niño hecho hombre y convertido en artista, ya casado, se queda
con la antigua mansión de sus padres. En un recorrido por aquél ático, se
reencuentra con el muñeco y decide tomarlo, llevándolo a la habitación
principal. Por lo tanto, las cosas extrañas volvieron a suceder, ahora, incluso
los vecinos podían verlo con claridad (al muñeco moverse, hacerles gestos
burlones e incluso, confrontarlos con señas obscenas). Robert se quedó hasta que el dueño original murió, desde entonces
ha pasado por diversos poseedores, hasta que terminó en un museo.
Y es en
éste lugar donde su leyenda alcanzó más popularidad. Ya que, ESTÁ PROHIBIDO TOMARLE FOTOGRAFÍAS, ya
que para hacerlo, Robert debe darte
la autorización moviendo su cabeza, de lo contrario, se dice que cosas
horribles pueden pasar en el hogar de quien decida desafiar la regla. También
se dice que si uno intenta fotografiar al pequeño muñeco sin permiso, tu equipo
fotográfico dejará de funcionar por un momento. Aquí dejo
un video que narra un poco mejor esta historia de terror, real y que nos
muestra que los juguetes NO SON PARA NADA UN JUEGO DE NIÑOS. Especialmente los que tienen vudú de por medio.
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